Dos semanas después de la elección del Congreso, no termina todavía el bullicio de algunos que celebran el supuesto triunfo de la mujer. Se dice que su participación aumentó felizmente en el nuevo Parlamento, y que su papel será clave para cambiar la forma de hacer política.
Celebran que cuatro de las seis mayores votaciones a senado fueran para mujeres. El asunto es mirar para quiénes. Dilian Francisca Toro, que no terminaba de celebrar cuando el narco “Rasguño” salió a contar que financió su campaña. Gilma Jimenez, que vio en los niños un tema de muy buena puntería populista para subir. Arleth Casado, quien se valió de los voticos que ya no podía usar su parapolítico esposo Juan Manuel López. Y finalmente, Olga Suarez Mira, cuestionada como candidata por su opulenta campaña que acusan de superar de lejos los topes de financiación permitidos.
Aquí en Antioquia también se celebra que Olga Suarez Mira obtuvo la mayor votación para senado, al igual que Nidia Marcela Osorio, para cámara. Se tienen como el gran triunfo del género, y las muestran como abanderadas políticas de los derechos de la mujer. Habría que ver de qué clase de mujer. Olguita es furibunda contradictora del aborto voluntario, y de Nidia Marcela, estoy seguro que sus electores no terminan de entender propuestas suyas como la que textualmente decía: “realizar gestión permanente en los diferentes niveles para garantizar una (sic) el cubrimiento del mayor porcentaje de habitantes con servicios de agua potable…”
Todas se valieron de populismo, o maquinaria, o hampa. La trinidad de la politiquería. Ninguna encabeza la nueva forma de hacer política. Las dos de Antioquia (Suarez Mira y Osorio) no fueron precisamente un voto de opinión. No hace falta recordar que Oscar Suarez Mira –el hermano de Olga- renunció a su curul en el congreso por las investigaciones por parapolítica, fruto de algunas menciones que han de hecho de él “El alemán” y “Don Berna.” Es el gran varón electoral de Antioquia, y su caudal empujó a su hermana y al parecer también a Nidia, gracias a cierta transacción entre caciques de Itagui y Bello, con la mediación del diputado Carlos Andrés Trujillo, según lo contó este diario hace unos días.
Estamos lejos de esa vieja consigna feminista: “la mitad del cielo y la mitad del poder”. Las mujeres entran a heredar los masculinos métodos de llegar al congreso. Hasta la politiquería salió transgenerista.
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Cristian estas mal informado en la revista semana el Aleman clarifico su mencion de Oscar Suarez donde explicaba que no tenia nada que ver con el señor Suarez y Don berna, me gustaria saber donde y en que publicacion lo menciona. Un blog exige responsabilidad e inteligencia, no veo sino comentarios que ratifican chismes que aun nadie ha podido comprobar. Cuando quieras te invito a que cara a cara hablemos con la dra Olga y plantees tus acusaciones con pruebas las cuales estoy seguro no tienes.Un saludo Cordial y anexo mi direccion de correo. johnjaimea@gmail.com
a veces lo más patriotico que puedes hacer es criticar
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